Los desafíos de la fuerza laboral del futuro
Tecnología, pandemia y nuevas generaciones: un combo que cambiará el panorama laboral de los próximos años.
El surgimiento de nuevas tecnologías que nos brindan cada vez más movilidad y conectividad, el crecimiento de la globalización, la crisis medioambiental y los cambios demográficos, entre otros factores, están creando un orden completamente nuevo en muchas áreas de la vida y también en el trabajo. Esta transformación, que ya se encontraba en marcha y se estaba extendiendo con rapidez, hoy ha sufrido una gran aceleración debido al impacto del COVID-19.
Tanto los avances en automatización, inteligencia artificial y aprendizaje automático como las consecuencias que dejará la pandemia, representan el germen de un escenario complejo para el futuro del trabajo en el que las tareas, los empleos y las habilidades necesarias para realizarlos se transformarán en el término de pocos años.
Las medidas tomadas para evitar la propagación mundial del coronavirus han provocado cambios sustanciales en el lugar de trabajo tradicional acelerando algunas tendencias tales como la digitalización, la automatización y la demanda de trabajadores flexibles y remotos. Como consecuencia, muchos empleados (especialmente los mayores) se han visto obligados a actualizar sus habilidades digitales para satisfacer las necesidades que demanda esta nueva normalidad.
Sin embargo, la competencia en nuevas tecnologías solo será una parte de las habilidades esenciales para desenvolverse en este nuevo escenario. Paradójicamente, el desarrollo de tecnologías inteligentes ha puesto en valor los talentos humanos que estas aún no pueden dominar: la creatividad, el pensamiento crítico, la persuasión, la negociación, la resiliencia, la flexibilidad y la resolución de problemas complejos, por citar solo algunos.
Los cambios demográficos también traerán consigo nuevos desafíos para trabajar, colaborar y aprender de una manera diferente. En poco tiempo, la población mundial estará dominada por la Generación Z –en la actualidad los Millennials siguen siendo mayoría en el lugar de trabajo–, el primer colectivo de verdaderos nativos digitales que se incorpora al mercado laboral. Crear entornos de aprendizaje para estas generaciones exigirá respuestas y estrategias diferentes a todo lo que veníamos viendo.
Lo cierto es que todos estos factores serán los catalizadores del cambio organizacional en los años y décadas venideros, y harán que las habilidades y el conocimiento que hoy son relevantes puedan quedar obsoletos en el futuro.
Tecnología y trabajo
De acuerdo con un informe del World Economic Forum, durante los próximos 10 años, 1.200 millones de empleados en todo el mundo –equivalente a la mitad de la economía global– se verán afectados por la adopción de tecnologías de automatización e inteligencia artificial. No obstante, y a pesar de la alarmante magnitud de las cifras, se cree que este fenómeno no eliminará más que el 5 por ciento de los puestos de trabajo. Porque lo cierto es que la tecnología cambiará la naturaleza del trabajo y en el futuro habrá una mayor demanda de empleos, algunos de los cuales ni siquiera existen en la actualidad1.
Muchas organizaciones están comenzando a transitar la transformación digital y a automatizar sus procesos para no quedar rezagadas en un mundo que está cambiando aceleradamente. Se estima que, actualmente, el 84 por ciento de las compañías están preparadas para digitalizar sus procesos y para adoptar el trabajo remoto de hasta el 44 por ciento de su fuerza laboral2.
Sin embargo, contrariamente a lo esperado por los peores pronósticos, estos procesos no desplazarán trabajadores. La mayor parte de las empresas planean redistribuir internamente a casi el 50 por ciento del plantel relegado por la automatización y la digitalización. Esto implicará una necesaria puesta al día de sus competencias, lo cual les permitirá adaptarse a los cambios dentro de sus funciones.
Según el relevamiento del WEF2, las habilidades blandas que van a cobrar mayor importancia en este escenario tecnológico serán: el pensamiento crítico y el análisis, la resolución de problemas, las habilidades en la autogestión, el aprendizaje activo, la resiliencia, la tolerancia al estrés y la flexibilidad. No obstante, alrededor del 40 por ciento de los trabajadores requerirán una recapacitación en habilidades técnicas.
De todo esto se desprende que la necesidad de entrenar a la fuerza laboral será cada vez más importante, especialmente en este momento, cuando es necesario abordar los desafíos que plantea la pandemia de COVID-19. Por ende, las empresas deben estar preparadas para abordar la digitalización de los procesos, el incremento del trabajo remoto y el crecimiento de la automatización a través del aprendizaje continuo.
Los trabajadores del futuro
Para el año 2025, los Millennials constituirán alrededor del 45 por ciento de la fuerza laboral global mientras que la Generación Z apenas pasará el 20 por ciento3. Esta franja etaria representa un grupo que crece rápidamente (hacia 2030 serán más del 33 por ciento) y, si bien son considerados los más diversos y con menor experiencia dentro del mercado laboral, ya tiene una influencia significativa en las decisiones que se toman en el lugar de trabajo. Y esta influencia crecerá a medida que continúen incorporándose y ocupando puestos de liderazgo.
En comparación con las generaciones anteriores, los miembros de la Generación Z representan un colectivo de nativos digitales que llevan al lugar de trabajo una cantidad de habilidades, hábitos de aprendizaje y consumo tecnológico, formas de comunicarse y motivaciones completamente diferentes a sus predecesores.
A medida que estos jóvenes ingresen y comiencen a tomar relevancia en el escenario laboral, las empresas deberán prepararse para actualizar sus estrategias y herramientas tecnológicas a fin de mantenerlos interesados y comprometidos. La Generación Z tiene poca capacidad de atención: alrededor de 8 segundos, un 33 por ciento menos en comparación con los 12 segundos de la Generación Y4. Esto significa que los programas de capacitación extensos y las explicaciones complejas no funcionarán con ellos.
En cambio, este grupo aceptará de buena gana todos aquellos contenidos de aprendizaje y actualización que se les ofrezcan a través de las herramientas a las que están habituados, especialmente las que pueden transmitirse de forma práctica. Hay muchos formatos amigables para la Generación Z que involucran juegos, simulaciones, estudios de casos, hackatones, desafíos, maratones de habilidades, etc.
Los estudios muestran que alrededor del 51 por ciento de los jóvenes de la Generación Z aprende mejor a través de experiencias empíricas mientras que solo el 12 por ciento lo hace escuchando. Entonces, para que las organizaciones logren comprometerlos e interesarlos en las capacitaciones de rutina o en la adquisición de nuevas habilidades, es esencial crear un entorno de aprendizaje basado en la práctica4.
Con respecto a los medios a través de los cuales prefieren renovar o ampliar sus competencias, un estudio de la plataforma de aprendizaje on line Kahoot! revela que el 62 por ciento de los empleados de la Generación Z prefieren usar aplicaciones móviles para capacitarse en la oficina, mientras que el 48 por ciento se inclina por las herramientas de aprendizaje on line. La utilización de videos y redes sociales también resultó ser muy popular entre los consultados, quienes eligieron estas opciones en el 39 por ciento y el 34 por ciento de los casos respectivamente. Y cuando se les preguntó a los responsables de la capacitación qué herramientas utilizaron para adaptarse a las preferencias de este grupo de empleados, las respuestas principales fueron: capacitación interactiva y práctica, entrenamiento gamificado y uso de dispositivos móviles5.
Esto significa que, si las empresas aprovechan el deseo natural de la Generación Z de conectarse y aprender de sus pares en un entorno tecnológico, el proceso de aprendizaje puede resultar muy positivo.
Sin embargo, aunque estos jóvenes comprenden las habilidades técnicas con rapidez y pueden aprender por su cuenta de los recursos disponibles on line a través de sus dispositivos, la falta de interacciones sociales en el mundo real los hace más vulnerables e inexpertos cuando se trata de habilidades blandas. Para reforzar estas competencias, cada vez más requeridas en el mundo laboral a medida que avanza la tecnología, las empresas deberían alentarlos a concurrir a la oficina y a reforzar las relaciones interpersonales con reuniones presenciales, actividades de formación, mentorías, etc.
Referencias:
1 VAN EERD, R. & GUO, J. (2020): “Jobs will be very different in 10 years. Here’s how to prepare”. World Economic Forum.
2 WORLD ECONOMIC FORUM (2020): “The Future of Jobs Report 2020”.
3 LETTINK, A. (2019): “No, Millennials will NOT be 75% of the Workforce in 2025 (or ever)!”.
4 RUBANOVICH, V. (2021): “How to upskill Gen Z and engage them in a post-pandemic workplace”. World Economic Forum.
5 KAHOOT! (2018): “Gen Z in the workplace – How to train and inspire them”.
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